Hace semanas comenzamos esta serie de “Cultura de Reino” siendo desafiados a experimentar el reino de Dios en nuestras vidas. Pero muchas veces pretendemos vivir el reino según nuestras propias reglas o aun peor, esperamos que Dios se acomode y nos respalde según lo que pensamos que tendría que ser, conforme a nuestros principios de vida.
Jesús sabiendo esto, comenzó su ministerio con un mensaje bien claro. «Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!» Marcos 1.15
El evangelio habla de nuevas noticias, nuevas oportunidades, pero también es un mensaje bien claro de un BASTA YA a seguir viviendo como nosotros pensamos que conviene, conforme a nuestros propios principios o ideas.
EL REINO TRAE UN NUEVO TIEMPO Y NUEVAS REGLAS
El reino no vino a acomodarse a nuestras leyes y principios, es por eso que muchos al oír a Jesús o aun al ver los milagros, no creían porque su corazón estaba endurecido en su propio razonamiento. (Mateo 13.10-17)
No podemos pretender condicionar el reino según nuestras experiencias o expectativas, el pretender eso solo va a terminar matando completamente el evangelio y sacándole total efectividad en nuestras vidas, porque el Evangelio no son reglas humanas, es PODER DE DIOS. (Efesios 4.17-18; Romanos 1.16-17)
En el mensaje del sermón del monte Jesús dijo... EL REINO LES PERTENECE a los que reconocen su necesidad de Dios, a los que tocaron fondo en sus propias fuerzas, que ya no tienen un “plan B.” Muchas veces buscamos a Dios desde nuestra altivez, acercándonos con orgullo, pero el reino es para aquellos que al ser pesados sus corazones, son encontrados
con la actitud correcta.
CUANDO DIOS ENCUENTRA UN CORAZON RENDIDO, ES AHI DONDE EL REINO DE DIOS TRAE CAMBIOS A NUESTRAS VIDAS
No nos engañemos más, nunca hemos tenido el control de nuestras vidas, nunca hemos sido lo suficientemente fuertes para enfrentar los problemas y tampoco nos ha ido muy bien que digamos con nuestras propias reglas. Necesitamos rendirnos por completo a Dios, descubrir que eso es lo que Dios busca en nuestros corazones, para que él comience a enseñarnos a vivir conforme a su voluntad y poder.
Muchos al leer el sermón del monte y las palabras siguientes de Jesús, caen en frustración, porque sin un corazón rendido es imposible de lograr por más esfuerzos que hagamos. Pero al creer, las reglas que nos condicionaron dejan de tener poder sobre nuestras vidas, son cambiadas para que vivamos el reino.
EL REINO NOS PERTENECE Y VIVIMOS BAJO NUEVAS CONDICIONES, NUEVAS REGLAS
Al creer y venir a Jesús con un corazón rendido, el evangelio provoca plenitud y felicidad en nosotros. Ya no dependemos de los factores externos que nos limitan o de aquellos principios que marcaron nuestras vidas hasta este momento limitándonos en las acciones. Hoy las reglas del reino nos llevan a vivir su poder, su amor y donde la cultura del reino deja de ser teoría y pasa a ser poder en nuestras vidas para vivir libres y experimentar sus fuerzas en todo momento y en todo tiempo.
REFLEXIÓN
¿QUE REGLAS RIGEN MI VIDA? Queremos experimentar el reino de Dios y ver su respaldo en nosotros, pero para eso necesitamos dejar de vivir según nuestras propias reglas y principios, hoy necesitamos adoptar las reglas del reino.
¿ESTOY INTENTANDO ALCANZAR EL REINO CON ESFUERZOS HUMANOS? En el sermón del monte Jesús nos dice que el reino de Dios les pertenece a todos aquellos que son humildes de corazón y reconocen su necesidad de Dios. Necesitamos creer que por medio de Jesús el reino nos pertenece y tenemos una nueva identidad.
¿DISFRUTO EL REINO DE DIOS EN MI VIDA? Dios nos dice que somos bienaventurados. Su reino trae plenitud y nos capacita a vivir una vida diferente, basada en las leyes del reino, ahora podemos caminar en amor y ser de influencia para otros!