«Tú coronas el año con tus bondades y tus carretas se desbordan de abundancia.» Salmos 65.11 

 

Dicen que el mejor secreto para que nada nos frene ni nos detenga, para abrir todas las puertas en nuestras vidas, se resume en dos palabras: «tire y empuje»

Tire y empuje son, para muchos, palabras mágicas que abren puertas. Pero al usarlas, nos damos cuenta de que las puertas no se abren por sí solas; requieren acción de nuestra parte.

Las puertas necesitan de nuestra acción para abrirse, y eso nos habla de una responsabilidad. A veces, esperamos que la puerta se abra sola o que alguien más haga algo por nosotros, pero hay una responsabilidad que nos toca a nosotros. 

Es fácil ponernos en el papel de víctimas y esperar que otros hagan algo, quedarnos mirando la puerta cerrada, esperando que se abra sola, cuando hay una acción que nos toca a nosotros tomar. 

Y así nos pasa en la vida. Hay situaciones en las que sentimos que no podemos avanzar, y nos quedamos mirando el impedimento o la dificultad. Sin embargo, los resultados que buscamos siempre demandan de nuestra responsabilidad y acción.  

Y es normal que, al llegar fin de año, hagamos esa evaluación, miramos hacia atrás pensando que hicimos y que no, incluso lo qué nos faltó, intentando buscar un balance positivo de nuestro año. 

Nos encantaría poder compartir los logros que alcanzamos o contar todo lo que Dios hizo en nuestras vidas. Después de todo, todos queremos lograr ese tipo de resultados. 

TODOS DESEAMOS VER RESULTADOS, PERO LOS RESULTADOS DEMANDAN ACCIONES Y RESPONSABILIDAD.

Gálatas 6:7-10 nos recuerda que «No nos engañemos: de Dios nadie se burla; cada uno cosecha lo que siembra». En otras palabras, vamos a experimentar las consecuencias de nuestras acciones. Pero también nos anima a no cansarnos de hacer el bien.

Cada uno va a experimentar el fruto, la cosecha, en otras palabras resultados, y los resultados no son cuestión de suerte. En aquello en lo que invertimos nuestro tiempo, nuestras fuerzas y nuestras acciones es lo que nos dará resultados.

Y para ver resultados necesitamos llevar a cabo estas dos acciones: tire y empuje

Tirar es hacer o ejercer una fuerza para atraer algo hacia nosotros. Es una fuerza que debemos efectuar para que algo se mueva, hacer uso de ella para obtener la posibilidad de seguir avanzando.

Y aquí es donde debemos asumir la responsabilidad, para que este 2025 ejerzamos las fuerzas necesarias para acercar todo lo que Dios tiene para nosotros.

NO CAMINEMOS SOLOS. 

Hemos hablado muchas veces que la soledad no es una circunstancia o una condición, la soledad es una decisión, la decisión de caminar solos. Por eso, Eclesiastés 4.7-12 nos recuerda que no hay nada más absurdo que caminar solos.

Por eso, como iglesia, buscamos caminar juntos, tener grupos de conexión para alentarnos en la fe unos a otros. Pero, ¡Cuán importante es caminar con Dios!

QUE EN ESTE 2025 PODAMOS GARANTIZAR CAMINAR CON ÉL.

Porque muchas veces queremos resultados, pero no asumimos la responsabilidad de caminar con Jesús. Fuimos llamados a seguirlo a Él, a caminar con Él, porque hemos entendido que sin Él nada podemos hacer. En Juan 15:4-5, la palabra nos alienta y nos dice: «Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes.» Y permanecer habla de estar, de persistir, de continuar. 

A lo largo de la vida, vamos tomando decisiones y enfrentando líos que, muchas veces, nosotros mismos provocamos. Y es en esos momentos cuando nos acordamos de Dios, cuando en realidad hemos sido llamados a caminar con Él desde el principio.

El versículo 5 nos dice «Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.» La biblia nos dice que dará frutos, es decir, que tendrá grandes resultados. Si permanecen en mí. Sus vidas van a obtener resultados. 

GUARDEMOS SUS PALABRAS.

Josué 1.7-9 Dios le dice a Josué «esfuérzate y sé valiente, para hacer todo lo que te digo». Valiente no es solo aquel que avanza con valor y determinación ante situaciones arriesgadas, sino aquel que aun ante lo que sus ojos ven, se mantiene en lo que Dios dice, aunque vaya en contra de toda razón o aun de lo que se ve. 

MANTENGÁMONOS FIELES, FIRMES Y CONSTANTES A SUS PALABRAS.

Juan 8.31-32 «Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis palabras, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.»

Tenemos dos opciones, ser discípulos o ser simples espectadores

Y un discípulo es un seguidor de Jesús que vive según sus enseñanzas. Porque su palabra tiene el poder de darnos seguridad y firmeza ante todo problema (Mateo 7.24-29). Su palabra nos prepara para toda situación (2 Timoteo 3.16-17).

La palabra fue dada por Dios mismo para nuestras vidas tiene el poder de darnos conocimientos y habilidades que no tenemos, corregirnos y mostrar nuestros errores, no para condenarnos, sino para provocar cambios, evitándonos el peligro y aquellas cosas que buscan hacernos daño. Además, nos proporciona sabiduría y capacidad para enfrentar cualquier situación y obtener el mejor resultado.

MANTENER NUESTRO CORAZÓN ABIERTO. 

La palabra tiene poder para salvarnos, pero no es solo conocimiento, es fundamental ponerla en práctica. Queremos avanzar en nuestra casa, en nuestra vida, en nuestra familia, y lo que necesitamos es acercarnos a lo que realmente importa: la palabra de Dios, manteniendo siempre un corazón enseñable. (Proverbios 3.5-6; Santiago 1.19-25; Proverbios 4.20-27).

Empuje es la segunda palabra, y empujar es hacer fuerza contra algo para moverlo. Es la acción, esforzarnos y no esperar a que las cosas sucedan solas. 

Así como usamos nuestra fuerza para abrazar aquellas cosas que nos hacen bien, que nos llevan a crecer y nos permiten ver buenos resultados, también necesitamos hacer fuerza sobre aquellas cosas que buscan detenernos, para quitarlas de nuestro camino y seguir adelante.

Muchas veces nos quedamos frente a aquellos imposibles y sentimos que no podemos avanzar. Al evaluar nuestro año, pensamos que hay muchas cosas que no se cumplieron. Pero empujar habla de hacer fuerza para seguir avanzando, de no quedarnos estancados en donde estamos, sino de seguir moviéndonos hacia adelante Salmos 34.12-14 nos dice que si queremos ver días felices, hay acciones que debemos tomar.

BASTA YA CON LO PASADO, ELIMINEMOS TODA PRÁCTICA QUE NOS LIMITA.

Jesús vino a rescatarnos de una vida sin sentido, ilógica y atada al pecado, donde lo normal era que nuestra vida estuviera condicionada y controlada por nuestras pasiones (1 Pedro 1.18-22) No vivamos más como lo hacíamos antes, como alguien que no cree (Efesios 4.17-32).

Eviten, dejen y abandones, son acciones que somos llamados a hacer. 

HAY UNA ACCIÓN Y UNA RESPONSABILIDAD QUE NOS TOCA A NOSOTROS. 

Muchas veces pedimos que las cosas cambien… No dejemos de orar y pedir, pero hay una acción que nos toca a nosotros: dejar, no dar cabida ni espacio, evitar y abandonar todo lo que nos aleja de lo que Dios tiene para nosotros.

Eliminemos toda práctica que nos limita, manteniendo nuestros ojos en Jesús y hacer morir todo lo que busca tomar control de nuestra vida (Colosenses 3.1-14). Y cortemos con aquellas cosas que nos hacen caer (Mateo 5:27-30). 

QUITEMOS TODO PESO Y TODO PECADO, TODO LO QUE NOS IMPIDE AVANZAR.

Hebreos 12.1-2 dice: «… Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante… »

Quitémonos todo peso, especialmente el pecado que nos hace tropezar. Pero saquemos todo peso extra, y todo lo que, como un parásito, busca quedarse a vivir en nosotros, alimentándose de nuestras fuerzas y enfermándonos.

Mantengamos nuestros ojos en Jesús y cuando pensemos que ya no podemos más, recordemos lo que Él soportó por nosotros. Eso nos llenará de fe e inyectará adrenalina a toda nuestra alma, para seguir corriendo sin abandonar y sin quejarnos.

SIGAMOS AVANZANDO, NO NOS CANSEMOS DE HACER EL BIEN, PORQUE ASÍ VAMOS A VER RESULTADOS DE BIEN PARA NUESTRAS VIDAS.

 

 



¿ESTOY TOMANDO DECISIONES ACORDES A LOS RESULTADOS QUE ESPERO VER?
Todos esperamos vivir un 2025 lleno de metas cumplidas y cosas buenas. Dios tiene lo mejor para nosotros, pero necesitamos tomar decisiones firmes. Aferrarnos a lo que Dios tiene, seguir a Jesús poniendo en práctica Su Palabra y quitar de nuestra vida todas aquellas cosas que quieren detenernos y traer destrucción.

¿ESTOY SIENDO UN SIMPLE ESPECTADOR DE LO QUE DIOS TIENE?
La palabra tiene poder para salvarnos, pero no es solo conocimiento, es fundamental ponerla en práctica. Queremos avanzar en nuestra casa, en nuestra vida, en nuestra familia, y lo que necesitamos es acercarnos a lo que realmente importa: la palabra de Dios, manteniendo siempre un corazón enseñable.

¿CÓMO ESTOY PROYECTANDO ESTE 2025?
En un mundo lleno de distracciones y desafíos, podemos encontrar una fuente inagotable de esperanza y dirección. Decidamos comenzar este año confiando en su amor y su guía, abrazando todo aquello que nos ayuda para bien. Pero también desechando todo aquello no nos edifica y nos limita de todo lo que tiene Dios para nuestras vidas. Que este 2025 nuestro enfoque principal sea poner nuestros ojos en Jesús.