«Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.» Romanos 8:28 NVI

Estoy seguro de que todos en alguna oportunidad nos hemos preguntado «¿por qué yo?». Esta pregunta muchas veces se convierte en respuesta automática ante un pedido o una propuesta. Respondemos de esta manera porque usualmente nos invade la inseguridad. La inseguridad es un sentimiento de ansiedad, miedo y duda de uno mismo, pero no queda simplemente en un sentimiento, sino que termina condicionándonos a no aprovechar ninguna oportunidad que se nos presenta.

En la Biblia, encontramos cientos de personas que se hicieron la misma pregunta en algún momento; ante una invitación importante, ante una tarea grande, ante un desafío. En estos ejemplos podemos descubrir cómo nuestras limitaciones no son un impedimento para que Dios haga cosas grandes en nosotros, pero sí lo es la inseguridad.

Cuando Dios llamó a Moisés, él intentó resistirse, no entendía por qué Dios lo había elegido, considerando tantas limitaciones que él tenía. Su inseguridad no le permitía comprender lo que Dios le estaba diciendo (Éxodo 3.11-12).



Ya no podemos dejar que la inseguridad nos siga limitando, necesitamos hacer algo. En el momento en el que Moisés acepta el llamado de Dios, tenía 80 años y muchas cosas de su historia lo calificarían como el menos apto para ese llamado, era un hombre que no conocía demasiado de Dios, pero le creyó, y aprovechó la oportunidad de ser parte de algo trascendente. Es que no se trata de nosotros, sino de lo que Dios ve y puede hacer en otros a través de nosotros. Si nos detenemos a ver nuestras cualidades o limitaciones, no vamos a hacer nada. Podemos sentirnos los menos calificados, pero a pesar de todo eso, Dios está interesado en nosotros y nos conoce más que nosotros mismos. En Dios podemos descubrir realmente quiénes somos y para qué fuimos creados.

«En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad.» Efesios 1:11 NVI 

Somos herederos de un legado trascendental, los encargados de hablar lo que hemos visto y escuchado. Tenemos el mensaje verdadero de las buenas noticias de salvación y no se trata de religión, sino que toda aquella persona que cree en Jesús tiene el mensaje. No dejes que nada te limite, porque el Dios que conoce tu pasado, tus defectos, y tus errores, aun así te llama (Romanos 8:28 NVI).

Dios tenía sus ojos puestos en vos y había diseñado un propósito para tu vida aun antes de que tengas noción de que Él existe. Entonces, cuando pienses en preguntarle a Dios, ¿por qué yo? La respuesta será, porque Dios te ama y tiene planes increíbles para tu vida. Dios hizo todo para demostrarnos cuánto nos ama, para que podamos descubrir que en Él hay cosas mayores. No importa lo que hayamos vivido, nada nos puede separar del amor de Dios, porque ese amor es más fuerte que cualquier cosa (Romanos 8.31 / Juan 3.16).

Tal vez estás leyendo esto y pensando que no conoces lo suficiente a Dios, que aún no entendés muchas cosas, pero aun así, Dios tiene planes para tu vida, la única condición es que te animes a creerle y decirle que sí y Dios hará el resto.

Moisés terminó librando a toda una nación de la esclavitud, pero no fueron sus cualidades las que lo impulsaron, el hecho de decirle que si a Dios hizo la diferencia y permitió que todo Israel sea bendecido. Si hoy te animás a creerle a Dios y tomás la decisión de decirle que si a su llamado, no solo vas a experimentar algo grande, sino que vas a ser de bendición para muchos de los que te rodean.



¿EN QUÉ ÁREAS DE MI VIDA ME ESTÁ LIMITANDO LA INSEGURIDAD? La inseguridad es un sentimiento que termina limitando las oportunidades que Dios nos da. Necesitamos entender que no se trata de nuestros defectos ni virtudes, sino de cómo Dios nos ve y cuanto él nos ama.

¿CÓMO ESTOY RESPONDIENDO AL LLAMADO DE DIOS? La respuesta al llamado de Dios es lo que puede hacer la diferencia en nuestras vidas. Aun antes de conocerlo, Él ya nos amaba y tenía planes para nosotros.

¿ESTOY CREYENDO QUE DIOS TIENE UN PROPÓSITO PARA MI VIDA? En Dios descubrimos quienes somos y para qué vivimos. El amor de Dios es lo que nos da seguridad de que en él podemos vivir cosas grandes.

Hoy tenés la oportunidad de decirle que sí a Dios, Él puede hacer algo en tu vida hoy.