«Puse en el SEÑOR toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa fatal, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el SEÑOR. Dichoso quien pone su confianza en el SEÑOR y no recurre a los soberbios ni a los que se pierden tras la mentira. Muchas son, SEÑOR mi Dios, las maravillas que tú has hecho. No es posible enumerar tus planes en favor nuestro. Si quisiera anunciarlos y proclamarlos, serían más de lo que puedo contar. A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas, pero has abierto mis oídos para oírte; tú no has pedido holocaustos ni sacrificios por el pecado. Por eso dije: «Aquí me tienes —como el libro dice de mí—. Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu Ley la llevo dentro de mí».» Salmos 40.1-8
Qué difícil es tener paz en el mundo que vivimos, un mundo en caos. Nos cuesta esperar, estamos acostumbrados a lo instantáneo, lo inmediato y cuando algo no sucede, cuando la respuesta no llega la ansiedad nos envuelve y hasta conciliar el sueño se vuelve imposible.
Sin embargo, Jesús nos advirtió que la vida sería difícil en ocasiones, que atravesaríamos crisis y lo hizo para que en medio de esta realidad podamos tener paz. (Juan 16.33) Qué contradictorio se siente tener paz cuando las cosas no están bien, hay quienes nos dicen «ponele actitud» o «al mal tiempo buena cara.» Pero la paz de la que Jesús nos habla no tiene que ver simplemente con una cuestión de actitud. Tener una buena actitud frente a la vida y los problemas es importante porque esto condiciona nuestra respuesta ante ellos. La vida nos demanda una buena actitud, porque esta nos va a ayudar a tomar buenas decisiones frente a los problemas, mientras que una mala actitud puede hundirnos más, pero Dios demanda de nosotros fe. Porque LA ACTITUD NO REEMPLAZA LA FE, ya que no puede garantizarnos resultados. La paz que Jesús nos da, llega por medio de la fe.
La fe sí garantiza resultados excelentes, porque la fe es la seguridad de que algo va a suceder, de que algo Dios va a hacer. ACTITUD: «TODO DEPENDE DE MÍ». FE: «TODO DEPENDE DE DIOS.» «Ahora bien, la fe es tener confianza en lo que esperamos, es tener certeza de lo que no vemos.» Hebreos 11.1. Confiar es mantener la esperanza, una esperanza firme de que algo va a suceder, que Dios va a actuar… no hay dudas, solo una completa seguridad.
Tener fe no significa ignorar los problemas, hacer de cuenta que no existen no los hace desaparecer. Los problemas están y van a intentar robarnos la paz y debilitar nuestra fe. Muchas veces frente a la crisis no solo dejamos de tener una buena actitud, sino que comenzamos a perder la alegría, la paz, nos invade el temor y hasta dudamos de Dios. Esto es porque dejamos que los problemas que vivimos tomen el control, condicionan nuestra actitud y gobiernan nuestras emociones y pensamientos. Lo primero que pensamos es «NO VOY A PODER» y actuamos impulsivamente. Pero no podemos dejar que el mal nos venza. (Romanos 12.21)
En 1 Samuel 13.8 vemos cómo el pánico tomó el control del rey Saúl y lo llevó a actuar impulsivamente. Su mala actitud y su falta de fe lo hicieron perder el trono. Saúl dejó que lo que veía condicionara sus decisiones, dejándose llevar por sus emociones y reaccionando de manera impulsiva. Muchas veces nos pasa que el temor, la falta de paciencia en la espera, nos lleva a dejar que los problemas tomen el control de nuestra mente. Pero necesitamos recordar que Los problemas no tienen el poder para destruirnos, pero nosotros les damos ese poder. Permitimos que las situaciones que nos rodean nos lleven a pensar lo peor y actuar en consecuencia.
La palabra de Dios nos enseña a «tener gozo en las pruebas» (Santiago 1.2-7) Parece una locura estar felices cuando las cosas van mal, pero es que las pruebas producen en nosotros perseverancia y paciencia. A veces creemos que Dios provoca situaciones difíciles para probarnos, pero no es así, lo que Santiago nos dice es que Dios utiliza esas crisis que la vida nos lleva a enfrentar, para forjar en nosotros un carácter firme, una actitud correcta y una fe más sólida. EN MEDIO DE TODA SITUACIÓN TU FE VA A ACTUAR PARA QUE ENCUENTRES CALMA, SEGURIDAD, FUERZA Y GOZO. Por eso necesitamos pedir sabiduría, para que en medio de toda situación la confianza en Dios provoque en nosotros paz. (Proverbios 1.7) Al contrario de lo que pensamos, no necesitamos pedir fe, porque la fe que tenemos por más pequeña que sea puede mover montañas. Lo que necesitamos es usar esa fe y mantenernos en ella firmes hasta ver resultados. Los problemas son inevitables, pero la fe es la que nos recuerda que el problema no tiene poder sobre nosotros y nos va a llevar a esperar en Dios, aun cuando nuestros pensamientos digan que no hay salida. Todo lo que Dios demanda de nosotros es fe. (Lucas 17.1 / Marcos 4.30-32)
LOS PROBLEMAS NO TIENEN LA CAPACIDAD DE DESTRUIRNOS, DIOS ESTÁ CON NOSOTROS Y NUESTRA SEGURIDAD ES QUE TODO LO PODEMOS EN CRISTO QUE NOS DA LA FUERZA. (Filipenses 4.13 / Romano 8. 31-39)
Todo lo que tenemos que hacer es mantenernos confiando en Dios, sostener nuestra fe por más pequeña que parezca y esperar en Él. Esto es lo que Dios nos pide y hacerlo trae bendición.
POR ESO PODEMOS ESTAR FELICES EN MEDIO DE LA PRUEBA, PORQUE TENEMOS LA GARANTÍA DE QUE VAMOS A VER A DIOS.
«… Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe…» (1 Juan 5:1)
HOY PODEMOS TOMAR LA DECISIÓN DE CONFIAR EN DIOS.
¿ESTOY DEJANDO QUE LOS PROBLEMAS CONDICIONEN MI ACTITUD?
Cuando dejamos que la crisis tome el control, comenzamos a tener una mala actitud y esto nos lleva a actuar impulsivamente. Una actitud correcta frente a la vida nos va a ayudar a tomar buenas decisiones.
¿ESTOY CONFIANDO EN LO QUE DIOS PUEDE HACER EN MEDIO DE LA PRUEBA?
La actitud no es suficiente, necesitamos usar nuestra fe, recordar que no importa cuan difícil sea la circunstancia que estoy viviendo, tengo la garantía y la seguridad de que Dios va a actuar.
¿CÓMO PUEDO MANTENERME ALEGRE EN MEDIO DE LA CRISIS?
Pidiéndole a Dios sabiduría, para recordar que nada puede separarnos de su amor y que Él nos da la fuerza para sobrellevar cualquier circunstancia. Elegir confiar en medio del problema nos va a traer paz, gozo y grandes resultados.
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