«Les aseguro que el que cree en mí también hará las obras que yo hago y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. 13 Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. 14 Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.» Juan 14.12-14

De la misma forma en la que un entrenador alienta a su deportista repitiéndole una y otra vez “VAMOS”, “CORRE” “NO TE DETENGAS” Podemos ver a lo largo de todo el capitulo 14 del evangelio de Juan, como Jesús nos alienta diciendo “CREE”, pero, al igual que un deportista, necesitamos tener una meta clara y un enfoque preciso. ¿Estamos escuchando la voz de Dios diciéndonos “CREE”? ¿Qué es lo que estamos creyendo?.

Hoy batallamos contra tantas creencias erróneas que nos bombardean constantemente, como: “Si creo en Dios tendré suerte”, “Si creo en Dios no me van a robar”, “Si creo en Dios tendré mi camioneta nueva”, “Si creo en Dios mis padres sanaran de esa enfermedad”, “Si creo en Dios mi esposo/a volverá conmigo”, etc. Pero estas son falsas creencias, porque ¡Jesús vino a hacer algo mucho mas grande, Él vino a rescatarnos de la muerte y de lo que el enemigo quería hacer con nosotros!. Todas estas ideas erradas no nos permiten escuchar a Jesús, que nos dice: “crean en mi y crean en mi Padre también”. Mantenernos creyendo en cosas que Dios nunca nos prometió solo nos distrae de enfocarnos en lo realmente importante, lo que Dios quiere hacer con nosotros.

Todos nos hemos sentido confundidos en algún momento, y nos hemos preguntado por qué nos pasa tal o cual cosa siendo que creemos en Dios (Romanos 10:11). Pero hoy Dios esta dispuesto a traer claridad a nuestras vidas a través de su palabra.

«Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; (duelo, quebranto, tristeza,) pero confiad, yo he vencido al mundo» Juan 16:33 RVR1960

Aunque no lo veamos, necesitamos creer que Jesús ya venció aquello que hoy quiere afligirnos. Creer es pensar que algo es real y verdadero, es darle acceso a Dios a mi realidad y permanecer firme en mi confianza en Él. (Hebreos 11.1). Lo que sostiene nuestra fe, lo que está detrás de esa garantía segura en la que permanecemos, es la palabra de Dios, Dios mismo a través de sus promesas, y es su palabra la que penetra nuestros corazones, nuestras inquietudes y emociones, más allá de nuestro razonamiento y capacidad.

Por la fe creemos que lo que hoy vemos fue hecho de lo que no se veía, y que Dios nos acompañará hasta el fin porque Él así lo dijo. JESÚS MISMO ES NUESTRA GARANTIA, POR MEDIO DE EL PODEMOS CREER.

Nuestro trabajo es creer que el trabajo de Dios es el resultado, que se haga su voluntad, y conocemos la voluntad de Dios cuando conocemos lo que Él nos habla a través de su palabra. Creer en otra cosa y no en lo que Dios dice, nos lleva a poner otras prioridades que nunca fueron parte del plan de Dios.

Cuando tenemos una palabra de Dios podemos creer con certeza más allá de lo que no vemos, su palabra nos da vida, nos infunde ánimo y nos enfoca en su voluntad porque nos hace comprender que nada sucede por nuestra cuenta. (Salmos 119.25-27).

Nuestra esperanza no está puesta en que Dios resuelva nuestras aflicciones momentáneas, sino en que el cumpla su voluntad en nuestras vidas la cuál es BUENA, AGRADABLE y PERFECTA.

¡DIOS ES EL MAS INTERESADO EN BENDECIRTE, CREE Y EL HARÁ EL RESTO! (Hebreos 11.13-16) (Juan 14.1-4)

REFLEXIÓN:

¿ESTOY ESCUCHANDO LA VOZ DE DIOS? Hay muchas falsas creencias que quieren tapar la voz de Dios y no nos dejan escucharlo. Poder enfocarnos en sus promesas nos ayuda a mantener una fe firme.

¿ESTOY CREYENDO QUE LAS PROMESAS DE DIOS ESTAN POR ENCIMA DE MI SITUACIÓN? Cuantas veces nos frustramos porque no entendemos lo que nos toca vivir. Pero la fe es una certeza de que lo que Dios dice se cumple aun cuando todavía no lo veo.

¿CONOZCO LA PALABRA DE DIOS PARA SABER CUÁL ES SU VOLUNTAD? Buscar a Dios con la esperanza de que resuelva nuestras aflicciones momentáneas solo nos distrae de lo verdadero. ¡Jesús mismo es nuestra garantía y la muestra de que la voluntad de Dios sobre nosotros es BUENA!

¡CREELE A DIOS Y EL HARÁ EL RESTO!