Si hablamos de no ser indiferentes a la necesidad de OTROS, sin dudas el samaritano nos deja un gran ejemplo, y podemos descubrir varios aspectos que serán de inspiración para nosotros.

En primer lugar él se IDENTIFICÓ con la necesidad del herido, por las cuestiones culturales que hacían que los samaritanos sean despreciados por los judíos, el podría haber estado en esa situación, y tuvo compasión de él. No había una razón lógica que lo mueva a tener esta actitud, pero la compasión no necesita una razón. El cambio el deber por el amor. Quienes tenían la obligación de ayudar no lo hicieron, pero a él lo movió la compasión.

Identificarnos con la necesidad del otro y reconocer que nosotros estuvimos en esa condición antes de ser alcanzados por Jesús, nos va a llevar a conmovernos y tener compasión de quien esta necesitando lo que hoy nosotros tenemos.

Pero la verdadera compasión no queda solo en un sentimiento, la compasión nos impulsa a hacer algo par remediar el daño y hasta evitar el dolor. Esa compasión, fue la que movió al samaritano a INVOLUCRARSE. Bien podría haberlo llevado a un lugar y que se encarguen de él. Pero con sus propias manos sano sus heridas y lo vendo antes de llevarlo a un establecimiento. 

Pero el mayor ejemplo lo tenemos en Jesús, quien no solo murió por nosotros, sino que vivió como nosotros, generó vínculos, amistades, sirvió a otros y compartió vida para ser de influencia a quienes le rodeaban.

Tenemos la oportunidad de involucrarnos en el proceso de salvación y sanidad de quienes nos rodean.

No nos quedamos con invitarlos un domingo a la reunión o a un grupos de conexión, sino que compartimos vida y somos influencia en cada oportunidad que tenemos. Nos involucramos escuchando a otros, hablando vida y esperanza, mostrando a Jesús con nuestras acciones.

Es clave recordar que somos producto de quienes se involucraron en nuestro proceso, si hoy podemos caminar con Jesús, es porque alguien no se mantuvo indiferente a nuestra necesidad, sino que se comprometieron hasta vernos firmes.

Por eso, además de identificarnos e involucrarnos lo que va hacer una diferencia en la vida de las personas, es el COMPROMETERNOS. 

Poder acompañar a otros en su proceso de salvación hasta verlos caminar con Jesús es nuestro desafío. Jesús no desistió con nosotros, es insistente en ver sus promesas cumplirse y hoy nos dice: VAYAN USTEDES Y HAGAN LO MISMO.

Hoy somos impulsados a tener compasión por quienes caminan a nuestro lado sin Jesús, y asumimos el compromiso de darlo todo por verlos acercarse a él.

 

  REFLEXIÓN:  

¿ME SIENTO IDENTIFICADO CON LA NECESIDAD DE OTRO? Recordar que antes éramos nosotros los que caminábamos sin esperanza nos mueve a sentir compasión por quienes están en esa misma condición.

¿ME INVOLUCRO CON MI ENTORNO? El lugar que ocupamos en la sociedad es clave para marcar una diferencia, involucrarnos y compartir vida con otros es la mejor manera de acompañarlos hasta Jesús.

¿ESTOY ASUMIENDO EL COMPROMISO CON AQUELLOS POR LOS QUE CREO? No es solo hablar de Jesús, nuestro desafío es darlo todo como otros lo dieron todo por ver nuestra vida transformada.